Mensaje de nuestra Directora General, Lic. Silvia Segat Watson
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A fines de abril leí una nota que escribió el periodista James Neilson en el periódico Río Negro de la provincia homónima a raíz del incendio de la Catedral de Notre Dame. ¿Dicho incendio habrá sido un síntoma de la crisis que vive Occidente? ¿O tal vez un símbolo del aparente ocaso del Cristianismo dominante en Europa durante dos milenios? ¿O un signo de la desvalorización de las nuevas generaciones con respecto de los monumentos históricos que heredaron de sus ancestros? No soy yo quien responderá a estas preguntas; cada uno hará su propia interpretación del hecho… Quienes planificaron y construyeron Notre Dame sabían que no la verían completada, pero intuían que la misma era una tarea trascendente y sus descendientes - sin importar la creencia religiosa- encontrarían allí un espacio donde cerrar sus ojos y pensar-se. Es cierto que hoy hay necesidades mucho más urgentes que reconstruir la Catedral, y para ello no hay lugar para el largo plazo. Importa - ante todo - el presente. Entonces, ¿deberíamos cuidar lo que nos legaron nuestros ancestros? Caso afirmativo, ¿cuáles serían los beneficios? Nuestro fundador: Mr. Horace Watson construyó algo trascendente. Han transcurrido casi ciento diez años desde su creación. Los que trabajamos aquí planificamos para el largo plazo. Y en lo que a mí respecta, me siento responsable de cuidar mi legado; encuentro que esta tarea tiene un sentido. Los beneficios que esto reporta son enormes: las distintas generaciones de alumnos -una vez egresados- sin duda encontrarán un sentido a su larga tarea de educarse y aspirarán a estudiar y trabajar en ámbitos donde sientan, en principio, una gran satisfacción. |